Licancabur
Un triángulo amoroso entre volcanes
Si algo tienen los desiertos es magia, misterio y leyendas. Y Atacama, de leyendas, anda sobrado; las tiene y, algunas, realmente bellas. De las muchas que pude oir, me quedo con la terrible historia de amor y odio entre dos hermanos
la del Licancabur, el volcán iconográfico que preside casi todas las vistas atacameñas: todo el mundo en Atacama sabe que los volcanes eran poderosos guerreros y los cerros, apuestas doncellas. Licancabur y Juriques, dos jóvenes y aguerridos hermanos, pugnaban por conseguir los favores de la bella Kimal, que vivía junto a ellos. Después de ser cortejada por ambos, Kimal, por fin, decidió entregar su corazón a Licancabur, lo que provocó la ira de su hermano, quien, cegado por el deseo y la envidia, intentó poseer a la joven por la fuerza, aunque no lo consiguió. Cuando Licancabur se enteró de semejante afrenta, sin poder contener su ira, decapitó a su hermano de un certero golpe. Lascar, padre de ambos, aun entendiendo las razones, decidió castigar el horrendo fratricidio desterrando a la joven al otro lado del mar de sal, alejándola de su amado. Pero debe ser que, entre volcanes, la distancia no es olvido. Los jóvenes siguieron amándose y, con el tiempo, esa demostración de inquebrantable pasión logró ablandar el corazón del viejo Lascar, concediendo a su hijo pasar una noche al año en compañía de su amada. Quienes hoy vienen a Atacama pueden ver la imponente figura del Licancabur y, a su lado, el descabezado Juriques. Junto a ellos, una enorme plataforma vacía, donde alguna vez estuvo Kimal. Mirando hacia poniente, al otro lado del Salar de Atacama, se puede ver la solitaria silueta de la joven, adornando la cordillera de Domeyko. Y cada año, justo en el amanecer posterior al solsticio de invierno, la sombra del Licancabur cubre por completo al Kimal, el abrazo efímero y eterno de los dos amantes.
Etiquetas: aventura, desierto, naturaleza
3 comments
gracias por hacernos viajar contigo, tu lente y tu pluma, lo hacen a la perfección, un gran abrazo, felicidades.
Gracias, Betty….este blog nace, en parte, por tu insistencia en querer leer historias de mis fotos. Espero que te gusten. Un beso
Fascinante!!!