Emberá significa literalmente «la gente del maíz». En la selva del Parque Nacional del río Chagres, alejados del ritmo de vida frenético y los grandes rascacielos de la City, viven los Parará Purú, una comunidad emberá encabezada por Antonio Zarco, su cacique. Los emberá forman parte de las cinco etnias indígenas primigenias del itsmo de Panamá. Desde su asentamiento a orillas del Chagres, a mediados del siglo XX, su forma de vida tradicional se basaba fundamentalmente en la agricultura y la caza; tras la declaración como Parque Nacional, en 1984, su modus vivendi cambió por completo. Las autoridades panameñas les prohibieron la caza y restringieron ciertos cultivos a cambio de poder quedarse en las áreas protegidas. A los emberá no les quedó más remedio que reinventarse y apostar por otras fuentes de ingresos; en 1998, decidieron permitir las visitas de turistas a sus poblados. A cambio, el estado les concede fondos destinados a educación y sanidad.
Manuel Antonio Zarco (1914-2010) no tuvo una infancia fácil; perdió a sus padres cuando apenas era un niño y creció al cuidado de sus tíos, quienes le enseñaron los secretos de la caza, la pesca y las formas de comunicarse con la naturaleza. Llegó a conocer al dedillo el inmenso poder de las miles de plantas y árboles que le rodeaban y se hizo un experto cazador con arco y flechas. Con el tiempo, se convirtió en un jaibaná, una especie de chamán o guía espiritual entre los emberá. La vida de Zarco cambió por completo cuando, en 1969, fue elegido por la NASA para adiestrar a Collins, Armstrong y Aldrin, los tripulantes del Apolo XI en el primer viaje del hombre a la Luna. La misión de Zarco era conseguir que los tres astronautas fueran capaces de sobrevivir en un medio hostil en el supuesto de que, a su regreso, la nave cayera en zona selvática y no en el Pacífico, tal como estaba previsto. Zarco también se hizo merecedor de la Medalla por Servicio Público Distinguido, el más alto honor civil que concede el Departamento de Defensa de los EEUU. Gracias a él y a sus enseñanzas, muchos soldados americanos salvaron sus vidas en las selvas de Vietnam.
La visita a los emberá se puede contratar con una agencia turística en Panamá (http://www.aventuraspanama.com). El poblado Parará Purú se encuentra a unas dos horas de la capital. El recorrido se divide en dos tramos, el primero se realiza en coche y posteriormente se remonta un tramo del Chagres, durante veinte minutos, en una canoa a motor.