Fujifilm X-H1
La primera Fuji con IBIS
Creo que nadie me podrá discutir si afirmo que solemos tender a elegir nuestras cámaras basándonos, sobre todo, en los avances tecnológicos que nos ofrecen: el número de disparos en ráfaga, tamaño de sensor y los millones de pixeles, la velocidad de AutoFocus, por un cuerpo sellado o por la rapidez de su procesador. Pero, me consta, que también las elegimos (o rechazamos) por sensaciones tan personales como intransferibles. Las mías, en particular, siempre han estado orientadas hacia cámaras lo más pequeñas, discretas y ligeras posibles. Recuerdo que aterricé en el «Planeta Fuji», después de un largo y tortuoso periplo entre Nikon y Canon (cansado de objetivos y cuerpos monstruosamente grandes que amenazaban la salud de mis cervicales) cuando me enamoré, a primera vista, de la X-100. Un auténtico flechazo que, después de siete años y nuevos «amores» (X-Pro2 y X-T2), me mantienen atrapado y feliz como un niño con zapatos nuevos en este fascinante mundo sin espejos.
Hace ya seis meses, cuando Kenji Sukeno (Presidente de Fujifilm Corporation) anunció la presentación en sociedad de la nueva Fujifilm X-H1, tuve la absoluta certeza de que ella sería mi próxima compañera de viajes. Sin embargo, confieso que las primeras imágenes que pude ver del nuevo «buque insignia» de la Serie X me causaron cierto resquemor (una vez más, las malditas sensaciones) de que Fujifilm se había excedido en su tamaño; la Fuji X-H1, se parecía más a la GFX 50s que a la X-T2, y no tenía muy claro si eso sería una ventaja o inconveniente. Una vez en mis manos, cuando ya pude decir «eres mía, preciosa», las dudas quedaron disipadas al momento: entendí que el aumento de tamaño no sólo era el peaje a pagar para dar cabida a un eficiente sistema de estabilizador de imagen (y por tener un 25% más de densidad en la aleación de magnesio de su estructura) sino que también favorecía, de manera muy evidente, la ergonomía, el agarre y el equilibrio cuando montamos grandes objetivos «prime» o zooms «etiqueta roja» como el XF 16-55mm f2,8 (foto de portada). Pese a tener las manos pequeñas, tengo que reconocer que me siento mucho más a gusto y seguro al agarrar la Fuji X-H1 y más cómodo a la hora de utilizar toda su botonería. Para aquellos que han empezado a gritar a los cuatro vientos que la filosofía de tamaño reducido del sistema Mirrorless había muerto, quiero recordarles que Fujifilm no ha renunciado, ni mucho menos, a seguir fabricando modelos más contenidos. Si quieres ir ligero, sin renunciar un ápice a la calidad de imagen, tienes a tu disposición, entre otras, las fabulosas X-T2 y X-T20 con el mismo sensor (X-Trans CMOS III APS-C de 23,6 × 15,6 mm y 24,3 MP) y el mismo procesador (X Processor Pro) que esta Fujifilm X-H1 pero con unos 300 gramos de peso menos.
Sistema de estabilización de imagen:
Entonces, ¿por qué cambiar mi X-T2 y cargar mi bolsa y mi cuello con una cámara más grande y pesada? Mi decisión se puede resumir en tan sólo cuatro letras: IBIS (In Body Image Stabilization), que traducido a «nivel calle» sería como el primer estabilizador de imagen integrado en el cuerpo de una cámara de la serie X de Fujifilm. Hasta ahora, el estabilizador de imagen sólo estaba disponible en algunos objetivos, como el XF 50-140mm f2,8 WR o el XF 10-24mm f4 OIS. El IBIS es un sistema de estabilización de 5 ejes que permite obtener imágenes super nítidas en velocidades muy bajas, hasta 5,5 pasos extra si usamos ópticas Fujinon XF sin estabilizador. Este vídeo promocional de Fujifilm nos muestra su funcionamiento y sus sorprendentes resultados:
Tenemos dos opciones de uso, «Estabilización continua» y «Sólo disparo», es decir, que entra en acción cuando se activa el obturador justo en el momento de la captura. Después de varias pruebas, he llegado a la conclusión de que la estabilización continua resulta un poco más efectiva, pero también redunda en un mayor consumo de baterías. Debido al IBIS, la cámara emite un ligero zumbido cuando está en modo ON, sólo perceptible en absoluto silencio. Además, el obturador mecánico de la Fujifilm X-H1 ha sido completamente rediseñado, con una reducción de golpeo que minimiza notablemente su sonido y ayuda el IBIS a reducir las trepidaciones. Las siguientes fotografías fueron tomadas en el British Museum, todas a pulso, usando velocidades de obturación muy por debajo de la regla de la Inversa Focal. Resultado: fotos absolutamente nítidas….. incluso a 1/5 seg.!!
Estéticamente hablando, una de las mayores diferencias que aporta la X-H1 (más allá del aumento de la empuñadura) es la inclusión de una pantalla LCD monocromo en la parte superior (similar a la GFX 50s) que aporta, con un sólo vistazo, la información más importante sobre la configuración de la cámara. Para incluir esta pantalla se ha eliminado la rueda de compensación de exposición, siendo sustituida por un botón específico que se combina con el dial posterior. Otra de las mejoras notables de la Fuji X-H1 es su visor electrónico, que con una resolución de 3,69 Mpx y refresco de 100 fps ha conseguido que no quiera volver a usar jamás un visor óptico.
Más información: https://www.fujifilm.eu/es/productos/camaras-digitales/model/x-h1
Punto de Venta: https://www.fotocasion.es/catalogo/cuerpo-fuji-x-h1-black/48123/